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Extremistas en la frontera: cómo la extrema derecha explota la crisis migratoria, apunta a las organizaciones humanitarias y esparce los temores nativistas

A medida que la crisis migratoria continúa creciendo en la frontera del sur, los grupos humanitarios enfrentan un acoso continuo de la extrema derecha que impulsa temas antiinmigrantes y antigubernamentales que difaman a los migrantes.

El 6 de abril, el teórico de la conspiración por Internet y organizador de Infowars, Alex Jones, subió un video que se volvió viral y que mostraba a su equipo intentando detener a una organización humanitaria, Catholic Charities del Valle del Río Grande, que supuestamente “traficaba niños” en McAllen, Texas.

Alex Jones
El organizador de Infowars, Alex Jones, llega a un acto de "Detengan el robo" realizado en contra de los resultados de la elección presidencial en los EE. UU. afuera del Capitolio del estado de Georgia el 18 de noviembre de 2020 en Atlanta, Georgia. (Fotografía de Elijah Nouvelage/Getty Images)

Según la página web de la iglesia, esta organización “provee un lugar para que innumerables refugiados hombres, mujeres, niños y bebés puedan descansar, tener una comida caliente, darse una ducha y cambiarse la ropa”. También administra un Centro de Descanso Humanitario.

El equipo de Jones estaba cerca de la iglesia filmando a los migrantes procesados en un puesto de control de COVID-19. Cuando el grupo notó que a algunos niños los subían en vehículos afiliados a la iglesia, rodearon a el vehículo y acusaron al conductor de participar en el “tráfico masivo de personas”. En un momento, uno de los colaboradores de Jones se involucró en una discusión con los transeúntes que cuestionaban sus motivos. El colaborador respondió que se estaba “violando” a los niños.

En una declaración publicada en la página de Facebook de la iglesia, la Hermana Norma Pimentel, directora ejecutiva de la iglesia, describió el enfrentamiento como una “tergiversación forzada” del trabajo humanitario de la organización. Pimentel añadió que la iglesia ha trabajado con las administraciones presidenciales anteriores independientemente de su orientación política. Acusó a Jones de elaborar una “confrontación falsa”.

En los últimos meses, Jones es simplemente uno de los varios extremistas que utilizaron las visitas a la frontera del sur para politizar la crisis migratoria. La extrema derecha cuenta con una larga trayectoria de abordar a los migrantes con campañas de acoso. En algunos casos, los grupos designados extremistas por el Southern Poverty Law Center (SPLC) del suroeste, como Veterans on Patrol, AZ Desert Guardians, AZ Patriots, Patriot Movement AZ y Border Network News, han dirigido sus insultos a los grupos humanitarios.

Durante las últimas dos décadas, ha habido un cruce significante entre algunos conceptos clave impulsados por el movimiento antiinmigrantes y las creencias defendidas por el movimiento antigubernamental.

El SPLC define a los grupos antiinmigrantes como aquellas organizaciones conocidas por confrontar y acosar a los inmigrantes y los grupos de derechos de inmigrantes. Por lo general, los grupos antiinmigrantes difunden la propaganda racista y enfocan gran parte de su atención en intentar frenar la inmigración ilegal y legal.

Los grupos antigubernamentales han adoptado las creencias nativistas respecto a los cambios demográficos y las han entrelazado con teorías de conspiración respecto de la globalización, lo que produce una acumulación de enojo y animosidad hacia los inmigrantes. Los grupos antigubernamentales han trabajado tradicionalmente con la idea de que la Constitución de los Estados Unidos les otorga autoridad legal para tomar la ley en sus propias manos. Estos conceptos sustentan sus actividades a medida que se embarcan en misiones en el desierto en contra de amenazas percibidas.

Los trabajadores humanitarios del agua

Michael "Lewis Arthur" Meyer
Michael "Lewis Arthur" Meyer, el fundador de Veterans on Patrol, fue arrestado en 2018 y registrado en el Centro de detención de adultos del condado de Pima. (Fotografía obtenida a través del Departamento del Alguacil del condado de Pima)

En plena presidencia de Trump, el grupo Veterans on Patrol (VOP), dirigido por el teórico de la conspiración Michael “Lewis Arthur” Meyer, conocido también como “Screwy Louie”, estableció la misión de documentar los cruces de migrantes. Hatewatch ha documentado el largo historial del grupo con teorías de la conspiración, incluida la teoría QAnon, que alimentó sus creencias racistas y caracterizó a los migrantes como “depredadores sexuales violentos, buscadores de cartel y mulas de droga”.

Con el tiempo, las afirmaciones de VOP que indican haber “descubierto campamentos sexuales infantiles operados por carteles” han logrado un seguimiento por el internet de personas que donan para apoyar sus actividades. Meyer afirma que VOP se creó originalmente para ayudar a los soldados a encontrar hogares. Sin embargo, en el último tiempo el grupo ha dedicado gran parte de su tiempo a apuntar contra el grupo humanitario Humane Borders.


Humane Borders de Three Points, Arizona, mantiene una red de docenas de estaciones de agua en el desierto de Arizona con el objetivo de disminuir el número de víctimas fatales entre los migrantes mexicanos que cruzan el desierto para encontrar trabajo en los EE. UU. (Fotografía de Jim West/Alamy)

Tal como lo indica su sitio web, la misión de Humane Borders en “salvar a la gente desesperada de una muerte espantosa por deshidratación y exposición y crear un ambiente justo y humano en las fronteras”. El grupo, existe desde el año 2000, realiza expediciones al desierto de Sonora para administrar estaciones de agua establecidas en las rutas de los migrantes. La idea es que si se montan estaciones de agua y cualquiera que cruce la región puede reconocerlas fácilmente, podrían funcionar como un salvavidas para aquellos que se encuentran al borde de la muerte por deshidratación.

En una entrevista con Hatewatch, Doug Ruopp, presidente de Humane Borders, afirmó que su organización ha tratado con el acoso de “diferentes grupos” durante años. Los barriles de agua del grupo han recibido disparos o puñalados y a algunos les han sacado las espigas. En los últimos años, Humane Borders se ha encontrado en el extremo receptor de campañas de desinformación tanto de VOP como de su grupo disidente, AZ Desert Guardians.

Las páginas de las redes sociales de VOP están llenas de acusaciones que indican que Human Borders está administrando “estaciones de agua de cartel financiadas por los contribuyentes”. Tanto VOP como AZ Desert Guardians cuentan con un largo historial de participación en campañas de acoso y drenaje de barriles de agua. En algunos casos, VOP afirmó haber acampado cerca de las estaciones de agua para impedir que los migrantes cruzaran la frontera estadounidense con México.

En mayo, Meyer señaló que su grupo lanzó la “Operación detengan todo” (Operation Stop it All) u “OpSIA” (por su frase en inglés), una campaña que camuflaba los campamentos de VOP como estaciones de agua de Humane Borders, con la intención de atraer migrantes a los campamentos y así llamar a la Patrulla Fronteriza diciendo que hay vagabundos. En un punto, la página de Twitter del grupo indicó que estaba administrando al menos tres “estaciones de agua de señuelo” separadas en el desierto. Las verdaderas estaciones de agua de Humane Borders pueden reconocerse fácilmente en el Desierto de Sonora gracias a la bandera azul icónica del grupo y los barriles de agua azules colocados uno cerca del otro.

Ese mismo mes, en videos publicados en la cuenta de YouTube de Paul Flores, un colaborador de VOP, Flores afirmó que “los primeros 2 escorias llegaron al campamento esta mañana”. El video, que parecía mostrar a dos personas llegando a pie al campamento de VOP, fue publicado con una descripción que decía: “La carnada para la operación de agua será un éxito. Los traficantes de cartel ya no sabrán cuál estación de ayuda es la real”.

En el video, se ve a Meyer enfrentando a un hombre y sacando y desplegando una bandera azul similar a que utiliza Humane Borders. Luego, le indicó a las personas que se alejaran de las banderas para el agua de Humane Borders y de sus estaciones de agua al decir que “estas se utilizan para atrapar a las personas que llegan, no bueno”. El hombre, que parecía confundido, solo miró la bandera y respondió con la misma frase “no bueno.” El video mostraba siete minutos de este intercambio. No queda claro qué sucedió con los dos hombres después de la interacción.

Cuando se le preguntó cómo estos incidentes habían afectado el trabajo de Humane Borders, Ruopp dijo: “Incluso si vemos sus rostros cuando están parados en la estación diciendo ‘Odiamos la estación’, si el video no los muestra destruyéndola, no podemos lograr nada a nivel legal”.

Pero Meyer fue arrestado varias veces por entrar de manera ilegal en propiedad privada mientras buscaba las redes pruebas de abuso sexual de menores que él afirma que existen en el desierto de Arizona. Tal como informó High Country News en 2018, las teorías de VOP respecto de los “campamentos de abuso sexual de menores” fueron desacreditadas por la policía de Tucson, la oficina del alguacil y el médico examinador del condado de Pima.

“Nada de lo que dice se basa en la realidad; es simplemente una historia que puede tejer y creemos que la gente le envía dinero para hacer lo que está haciendo”, señaló Ruopp. Aunque VOP y AZ Desert Guardians afirman que su misión consiste en mantener al país seguro y alejado de los carteles y el tráfico infantil, queda claro que estos grupos nunca identificaron un campamento de abuso sexual de menores.

A veces, VOP y AZ Desert Guardians comparten imágenes en Telegram que muestran los paquetes de donaciones que afirman recibir por correo de sus fieles seguidores. El contenido de sus redes sociales hace parecer que los efectos personales de los migrantes sirven de incentivo para que estos grupos continúen con su comportamiento abusivo. Es común que los grupos publiquen imágenes de efectos personales que parecen pertenecer a ciudadanos extranjeros de América Central. Estos artículos a menudo incluyen ropa, teléfonos celulares, documentos personales, tarjetas de identificación y dinero. No queda claro cómo estos artículos terminan en las manos de los vigilantes.

En Instagram, VOP ha publicado videos de aliados que detienen, registran e interrogan a personas en el desierto. En uno de los videos, publicado en febrero, se puede escuchar a Rebecca Ferland, líder de AZ Desert Guardians, acusando a dos hombres de coyotes mientras ella hurga entre sus pertenencias, diciendo: “Entonces, uno, dos, tres teléfonos, dos billeteras, se los daremos a la Patrulla Fronteriza cuando llegue aquí”. Esta no es la primera vez que estos grupos afirman estar alineados con la Patrulla Fronteriza.

En otro incidente de febrero, Meyer compartió un video de un encuentro que él tuvo con dos migrantes en el muro fronterizo. El video, que parece mostrar a dos hombres, uno del lado estadounidense y otro del lado mexicano, presenta a Meyer interrogando a ambas personas. En un momento, les pregunta si tienen dinero y luego procede a preguntarle al hombre del lado estadounidense si tiene armas o drogas. El hombre joven, que no habla inglés, responde en español que no comprende.

En el video de cuatro minutos se puede oír a Meyer diciéndole a un miembro de su grupo que vaya en carro por la frontera y llame la atención de la Patrulla Fronteriza, de manera que “la Patrulla me vea caminando con él”. Al final del video, se puede escuchar al hombre joven preguntando en español: “¿Adonde vamos?”. Meyer responde: “inmigración”.

Hatewatch se comunicó con el servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de los EE. UU. para que aclaren la relación entre la Patrulla Fronteriza y los grupos independientes del desierto. En un correo electrónico, Robert Daniels, especialista en relaciones públicas para el estado de Arizona dijo: “La Patrulla Fronteriza no apoya ni avala ningún grupo privado ni ninguna organización”.

Una tradición del vigilantismo

Los estados fronterizos tienen un largo historial en el trato con grupos de vigilantes civiles. Los grupos existen desde al menos 150 años, según un informe del Servicio de Investigación del Congreso del año 2006.

El historial de grupos de vigilancia fronteriza puede remontarse a principios del siglo XX y va mano a mano con la violencia racista que finalmente llevo a la creación de grupos como Texas Rangers y la Patrulla Fronteriza, de acuerdo con The Intercept, una revista en línea.

No sorprende que estos grupos hayan llevado su atención una vez más al suroeste americano. Desafortunadamente, las operaciones de acoso recientes que se enfocan en grupos humanitarios como Humane Borders y Catholic Charities del Valle del Río Grande no son incidentes aislados.

En 2019, el Southern Poverty Law Center, junto con Stinson LLP, presentó una demanda contra Patriot Movement AZ y AZ Patriots, dos grupos de la extrema derecha, luego de que los miembros apuntaran contra voluntarios de la iglesia que ayudaban a los inmigrantes de América Central. Los demandantes, Alliance of Christian Leaders of the East Valley, identificados en la demanda como “una organización sin fines de lucro compuesta por pastores de diferentes iglesias hispanas”, acusaron a los grupos de “intimidar, amenazar, acosar o interferir de otro modo con la capacidad del demandante para invitar visitas a su propiedad y a sus edificios u hogares”.

En 2019, se emitió una orden judicial que le prohibía a PMAZ abordar a los voluntarios humanitarios y en 2020, se alcanzó el mismo acuerdo con AZ Patriot, esencialmente les prohibía a ambos grupos lo siguiente:

• entrar de manera ilegal, sentarse, acostarse, bloquear, impedir u obstruir el ingreso o egreso en relación con cualquier vivienda o edificio que sea propiedad de los demandantes o que estos utilicen de manera regular o alentar directamente a terceros para que lo hagan;

• abusar físicamente, agarrar, tocar, empujar, incitar, aglomerar o acosar de manera maliciosa a las personas que ingresan o salen, trabajan o usan los servicios de cualquier vivienda o edificio que sea propiedad de los demandantes o que estos utilicen de manera regular o alentar directamente a terceros para que lo hagan;

• usar cualquier altavoz mecánico o dispositivo de amplificación de sonido, incluidos, entre otros, los megáfonos, los altoparlantes y los amplificadores eléctricos, o hacer cualquier sonido excesivamente alto que dañe, perturbe o ponga en peligro la salud o seguridad de cualquier persona que se encuentre en cualquier vivienda o edificio que sea propiedad de los demandantes o que estos utilicen de manera regular o alentar directamente a terceros para que lo hagan;

• afirmar o insinuar (o directamente alentar a otros a que lo hagan) en cualquier foro público, incluidas, entre otros puntos, las redes sociales o entrevistas sociales, que el demandante está involucrado en alguna forma de tráfico de personas, tráfico sexual o refugio para fugitivos.

La demanda presentada por SPLC y Stinson LLP es uno de los raros casos en los que los grupos humanitarios recibieron algún nivel de protección.

Jennifer Harrison
Jennifer Harrison, una defensora de Donald Trump proveniente de Phoenix, Arizona, discute con los manifestantes cerca de la recaudación de fondos en Beverly Hills, California. 13 de marzo de 2018. (Fotografía de Kyle Grillot/AFP a través de Getty Images)

En la actualidad, AZ Patriots continúa enfocándose en los grupos liberales y creando contenido para satisfacer su base de extrema derecha. Jennifer Harrison, una provocadora antiinmigrante de Arizona y una de las caras más conocidas del grupo, elogió a Alex Jones por el video viral en las afueras de Catholic Charities del Centro de Descanso del Valle del Río Grande. En Twitter, Harrison volvió a compartir la historia y etiquetó a las cuentas afiliadas de Infowars. “Alex Jones y AZ Patriots lo denominan como lo vemos. No les importa para nada si hieren los sentimientos de otras personas”, escribió.

A principios de enero, la página de YouTube del grupo compartió un video que mostraba a Harrison y a otros dos miembros de AZ Patriots hurgando en un recipiente de agua humanitario no identificado. No está claro dónde se encontraba el grupo al momento de la filmación, pero puede escucharse a Harrison decirles a los espectadores que el agua “va a los carteles” antes de preguntarle a un miembro de su grupo si debería “botarla”. Finalmente, el grupo decidió colocar los galones de agua nuevamente dentro del recipiente azul más grande, pero no antes de que Harrison denunciara que el recipiente de agua humanitario ayudaba y apoyaba a supuestas redes delictivas.

Luego, se puede ver a Harrison patear el letrero de madera que decía “Agua” antes de que un hombre del grupo lo colocara en su lugar original para tomar fotografías de la estación. Finalmente, el grupo abandonó el área pero antes se puede escuchar a Harrison expresar su enojo hacia los migrantes al decir: “Adivinen qué: hay agua del otro lado de la frontera. Quédense allí, ¿qué les parece?”.

El odio no tiene propietarios

En los últimos años, el problema de los extremistas que persiguen a los migrantes y a los grupos humanitarios se ha esparcido a los países vecinos. En varios casos, las personas asociadas con el grupo Border Network News han viajado cruzando las fronteras estadounidenses hacia países de América Central. El dúo de Oscar “El Blue” Ramirez y Anthony Agüero, conocido también como “Conservative Anthony”, se unió con su antiguo amigo Ben Bergquam, periodista de Real America’s Voice, para divulgar información errónea sobre las organizaciones humanitarias.

Tal como lo informó por primera vez The Daily Beast a primeras de este año, su contenido está lleno de narraciones nativistas y racistas. Gran parte se basa en temas antiinmigrantes y antigubernamentales que condenan a los solicitantes de asilo y a las partes que brindan ayuda humanitaria.

Es común que el trío defina a la crisis migratoria como una “invasión”. En los videos compartidos en plataformas de redes sociales, el grupo a menudo juegan con conspiraciones que culpan a los de izquierda, a los globalistas, a los Demócratas, a George Soros y a las Naciones Unidas por la crisis migratoria.

Han encontrado una audiencia específica en los seguidores de Trump y entrevistan a los migrantes haciéndose pasar por periodistas mexicanos estadounidenses y mexicanos amigables lo cual se ha convertido en su sello. Tanto Ramirez como Agüero provienen originalmente de México y los dos hombres atraen fácilmente a los migrantes para que realicen entrevistas en vivo. Bergquam, no habla español bien, pero generalmente guía las preguntas y el grupo ha aprendido a aprovechar las raíces mexicanas de Ramirez y Agüero para comenzar una conversación y luego introducir información errónea en el debate.

En videos compartidos en YouTube a fines de 2019, Ramirez y Bergquam viajaron a la ciudad de Tapachula, México, y tomaron imágenes de migrantes esperando a ser procesados en un centro de inmigración cercano. Durante el transcurso de sus entrevistas con los migrantes, Bergquam acusó a las iglesias de prolongar la crisis.

“Muchos de estos refugios, los privados que administran estas iglesias... algunos legitiman a las iglesias, otros fueron sobornados por los globalistas, los de izquierda, los globalistas. Pero nos dijeron que promocionan la inmigración ilegal, la migración. La idea indica que ‘todas las personas tienen derecho a ir a cualquier lugar’ porque están haciendo dinero”, indicó Bergquam.

Más avanzado el video, mientras habla con un grupo de migrantes cubanos, Ramirez les dijo a los refugiados que en los EE. UU. el Partido Democrático intentaba llevar el “socialismo” y “comunismo” al país. Finalmente, Ramirez le preguntó al grupo si se les había acercado algún abogado para ofrecerles ayuda para procesar sus casos de asilo. El grupo respondió que no se había acercado ningún abogado en ningún momento de su viaje. En el video, luego se puede escuchar a Ramirez y Bergquam indicándole al grupo que tengan cuidado con los estafadores que se presentan como abogados y los convierten en sus presas para tomar su dinero.

El grupo se centró en Al Otro Lado, Pueblos Sin Fronteras y Ángeles Sin Fronteras, tres organizaciones humanitarias de derechos de inmigrantes. Mientras un pequeño grupo se reunía alrededor de los dos hombres, se podía escuchar a Ramirez diciéndole a la multitud que los tres grupos solamente se aprovechan de los migrantes, y a Bergquam acotando en el fondo al decir “No bueno, son mentirosos”.

De acuerdo con la declaración de misión de Al Otro Lado, que se encuentra en su sitio web, el grupo ofrece apoyo legal y humanitario a “refugiados, deportados y otros migrantes indigentes en los EE. UU. y Tijuana”. Asimismo, brindan servicios legales en ambos lados de la frontera y participan en litigios de gran impacto para luchar por los derechos de los migrantes. Pueblos Sin Fronteras describe de manera similar su trabajo en su página de inicio como el suministro de “acompañamiento, asistencia humanitaria, desarrollo de liderazgo, reconocimiento de derechos humanos y coordinación de la capacitación sobre conocimiento de sus derechos”. El grupo realiza su trabajo tanto en los EE. UU. como en México. Por último, el grupo Ángeles Sin Fronteras describe su misión en línea como una misión que se centra en suministrar a los migrantes alimento, ropa limpia y refugio seguro.

El hecho de que los grupos humanitarios fueran legítimos y estuvieran establecidos no impidió que el grupo Border Network News viajara a la oficina de Al Otro Lado justo un mes después de visitar Tapachula.

En una entrevista con Hatewatch, Nicole Ramos, una de las codirectoras de Al Ortro Lado, relató el día en que Bergquam, Ramirez y Agüero se presentaron en su oficina en Tijuana. Ramos afirmó que antes de ese día nunca había visto a ninguna de las personas que se presentaron dando apoyo a reclamaciones salvajes sobre ella y la organización.

“Me acusaron de vender drogas a menores sin acompañantes, crear documentos falsos para que la gente pueda ingresar, enseñarle a la gente a mentir, falsificar matrimonios, cobrarle a las personas por nuestros servicios, no ser una organización legal en México, en fin... de todo tipo de locuras”, señaló Ramos.

Ramos es la directora del proyecto de derechos de inmigración de su organización, que ha brindado servicio a miles de personas que buscan asilo al suministrarles información sobre el proceso de asilo de los EE. UU. Su trabajo incluye consultas de admisión y acompañamiento para las personas vulnerables que buscan asilo mediante el proceso de libertad condicional en los puertos de entrada de los EE. UU. Asimismo, participa en litigios de impacto contra el sistema de Aduana y Protección de Fronteras, el Departamento de Seguridad Nacional y la Oficina de Inmigración y Aduanas en representación de los inmigrantes cuando surgen infracciones relacionadas con las condiciones del confinamiento.

En su cobertura del dúo de este año, The Daily Beast informó que Ramirez había sido deportado de los EE. UU. en 2008 luego de cumplir cuatro años en prisión por traficar metanfetaminas en el país. Recién en 2020 Ramírez logró obtener una visa en la administración de Trump, algo que resulta difícil de lograr con una condena por tráfico de drogas de acuerdo con las normas de la Ley de Inmigración y Nacionalidad.

Los registros en línea muestran que en 2010, Agüero fue declarado culpable de un delito menor por violencia física familiar y, en 2015, fue condenado a dos años en la prisión estatal de Texas por agresión vehicular mientras estaba ebrio.

En enero, Agüero subió y luego eliminó un video en las redes sociales en el que contaba su experiencia al asaltar el capitolio el 6 de enero. Según su propio relato, Agüero afirmó que pudo ingresar al edificio y filmar la sangre de la insurrecta Ashley Babbitt, a quien le dispararon y mataron luego de intentar cruzar la seguridad del Capitolio.

Asimismo, Hatewatch ha denunciado anteriormente la relación entre Agüero y su vieja amiga y ex partidaria de QAnon, la Republicana Marjorie Taylor Greene, R-Ga. En la actualidad, Agüero continúa viajando por el país para atender eventos de derecha y regresa periódicamente al desierto para filmar a los migrantes.

A pesar de los obstáculos que enfrentan los grupos humanitarios en la frontera, muchos de los trabajadores no resultan afectados.

Ruopp, de Humane Borders, le aseguró a Hatewatch que si bien se siente decaído a veces como resultado de las actividades de Meyer, no planea retroceder.

“No ha perturbado lo que hacemos”, afirmó Ruopp, recordando la misión de la organización de salvar vidas en el desierto.

Editor's note: This article is a Spanish translation of an article originally published in English.

Ilustración fotográfica de SPLC

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