Señuelo y sustitución
Incluso cuando se debate un dudoso acuerdo legislativo sobre reforma inmigratoria en los salones del Congreso, la propaganda venenosa y falsa continúa filtrándose en el diálogo nacional sobre la migración indocumentada hacia los Estados Unidos.
Incluso cuando se debate un dudoso acuerdo legislativo sobre reforma inmigratoria en los salones del Congreso, la propaganda venenosa y falsa continúa filtrándose en el diálogo nacional sobre la migración indocumentada hacia los Estados Unidos.
Conspiraciones mexicanas secretas cuyo objetivo es ocupar el suroeste norteamericano o fusionarse con Canadá o los Estados Unidos. Asesinatos y muertes causadas por conductores ebrios, "extranjeros ilegales", que alcanzan niveles increíbles. Salas de emergencia en California, inundadas de emigrantes, van a la quiebra. Empleos robados y sueldos perdidos ascienden a miles de millones. Epidemias de enfermedades espantosas como la lepra.
¿De dónde provienen estas ideas?
En un número sorprendente de casos, son postuladas en los programas de radio y televisión por cable más importantes, e incluso son expresadas por políticos nacionales. Y estas ideas son peligrosas. Cuando millones de norteamericanos son informados por personas en quienes confían que la inmigración proveniente del sur está destruyendo su país, muchos de ellos lo toman como cierto. No es de sorprender que algunos incluso respondan con violencia criminal.
Por esta razón fue importante el debate realizado esta primavera entre el Centro de Leyes para la Pobreza en el Sur (Southern Poverty Law Center, SPLC) y el presentador de CNN Lou Dobbs. Desde hace ya más de cuatro años, Dobbs ha estado dando informes casi todas las noches, en los que sugiere que la inmigración indocumentada está dañando a este país de innumerables modos. A lo largo de este tiempo ha logrado difundir ideas que no sólo son parcializadas, sino en algunos casos completamente falsas. Por ejemplo, la lepra.
El 6 de mayo, "60 Minutos" de CBS emitió una reseña de Dobbs, en la cual la corresponsal Lesley Stahl señaló que en el año 2005, la periodista de CNN Christine Romans "había informado a Dobbs sobre la existencia de 7,000 casos de lepra en los EE.UU. en los últimos tres años". Stahl indicó que el gobierno en realidad había informado que ese era el número de casos en Estados Unidos de los últimos 30 años, no tres. De hecho, en los tres años mencionados por Romans el gobierno registró sólo 398 casos nuevos.
"Si nosotros lo informamos, es un dato cierto", respondió Dobbs con tono desafiante. Le preguntaron cómo podía garantizarlo. "Porque soy el director editorial, y así nos manejamos. Nosotros no inventamos los números, Lesley, ¿no es cierto?".
La noche siguiente, en su propio programa, Dobbs, luego de arremeter contra mí por comentarios que yo había hecho sobre la historia de Stahl, repitió que avalaba "en un 100%" el reportaje de Romans. Y volvió a mencionar a Romans, quien dijo: "Estaba citando a la Dra. Madeleine Cosman, una respetada abogada en medicina e historiadora en medicina…: 'Repentinamente, en los últimos tres años Estados Unidos tiene más de 7,000 casos de lepra'".
El 15 de mayo, SPLC publicó avisos en The New York Times y USA Today en los que se pedía que CNN se retractara de la afirmación falsa de Dobbs referida a la lepra, ya que Dobbs se rehusaba a hacerlo. Al día siguiente el Presidente de SPLC, Richard Cohen, y yo fuimos invitados al programa de Dobbs, supuestamente para debatir sobre la veracidad de la afirmación de Romans.
Nos encontramos con la clásica táctica de señuelo y sustitución.
Justo antes del debate, Dobbs reprodujo una grabación con una serie de afirmaciones completamente nuevas. En esta ocasión Dobbs afirmaba que los casos nuevos habían "aumentado" a 166 en 2005. Insistió en que "nosotros no dijimos en ningún momento que hubiesen [7,000] casos nuevos". Y luego, singularmente, Dobbs volvió a reproducir el clip de Romans que afirmaba, el 7 de mayo, que "había aproximadamente 900 casos de lepra por 40 años. Hubo 7,000 en los últimos tres años".
Dobbs ahora también afirmó que los dichos de Romans siempre habían estado basados en las estadísticas del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos. Pero eso fue sencillamente falso. Romans no dejó lugar a dudas en sus propios comentarios: que el informe se basó totalmente en Cosman, la "respetada" abogada e historiadora.
Cosman, quien falleció el año pasado, no era "doctora"; tenía un doctorado en literatura. Tampoco puede decirse que fuera una autoridad "respetada" en enfermedades e inmigrantes. En realidad, era una propagandista desorbitada, quien hizo una serie de acusaciones sobre los hombres latinos que avanzaban hacia el norte, entre ellas la siguiente "perla" de 2005: "La mayoría de estos bastardos abusan sexualmente de niñas menores de 12 años de edad, aunque algunos se especializan en niños y otros, en monjas". Como demostró el Intelligence Report hace dos años, Cosman también mintió al decir que un libro que la abogada escribió en 1976 fue nominado al Premio Pulitzer y al Premio Nacional del Libro.
La importancia de este debate fue mucho más allá de la negativa de Dobbs a asumir la responsabilidad de un error evidente y mayúsculo. Cohen escribió lo siguiente al Presidente de CNN, Jonathan Klein: "No es la primera vez que el Sr. Dobbs ha elegido fiarse de fuentes dudosas con un postulado virulento y antiinmigratorio".
Si los norteamericanos han de solucionar el desorden en que se ha convertido la política inmigratoria, es preciso que conozcan los hechos de la situación. La propaganda engañosa y falsa de personas como Lou Dobbs, quien trabaja para una respetada agencia de noticias, sólo sirve para envenenar el debate, y con ello demonizar a una enorme cantidad de personas.